En muchas ocasiones no conseguimos los objetivos que perseguimos porque no tenemos la suficiente fuerza de voluntad para mantenernos firmes en el camino y realizar aquellas tareas que sabemos que son las que tenemos que hacer aun en los momentos en los que nos apetezca hacer cualquier cosa menos eso.
Aquí analizaremos cuántos tipos de voluntad existe, qué es la voluntad y cómo podemos conseguir incrementar nuestra persistencia o fuerza de voluntad.
Qué es la voluntad: clases
Las personas tenemos la capacidad de decidir qué acciones vamos a realizar y por lo tanto la voluntad es la que nos permite tomar acción y en qué sentido hacerlo.
En función del ámbito en el que nos situemos la palabra voluntad tendrá un sentido u otro.
En política, la democracia se entiende como la expresión de la voluntad general ejercida mediante el sufragio universal.
En el ámbito de la psicología y la superación personal la voluntad es un concepto sobre el que se suele incidir bastante.
Muchos gurús y pseudomotivadores nos hacen creer que con fuerza de voluntad se puede conseguir cualquier cosa pero la verdad es que esto no es cierto.
No seré yo el que vaya a poner un ejemplo poco afortunado seguramente pero en muchos casos es mucho más efectivo saber cuándo parar que persistir sin límites.
Hay algunas cosas (ser estrella del fútbol, o el tenis o casi cualquier deporte, o de la canción…) que realmente requieren de unas condiciones innatas, una formación y bastante componente de suerte para que se puedan conseguir.
Todos tenemos que pararnos a pensar si aquello que perseguimos está realmente a nuestro alcance. Hay que valorar si nuestra fuerza de voluntad es suficiente para lograr nuestras metas o si hay otros componentes fuera de nuestra esfera de control.
Muchas otras veces el problema sí que es realmente una falta de persistencia. Normalmente cuando nos planteamos unas metas ello requiere una serie de acciones que debemos realizar con una cierta constancia.
Al principio comenzaremos con mucha energía y la motivación inicial nos servirá como combustible para realizar esas acciones aunque nos resulten incómodas y no nos produzcan precisamente placer realizarlas. Pero es posible que al cabo de unos pocos días o semanas la voluntad comience a flojear y busquemos cualquier excusa para empezar a escaquearnos de esas tareas.
La clave de ello está en la formación de hábitos y automatización. Si logramos mantenernos firmes en esos primeros días difíciles llegará un momento que esa tarea se incorporará como un hábito y ya no nos costará apenas trabajo realizarlas puesto que formarán parte de nuestras rutinas.
Esperamos haberos ayudado a conocer las clases de voluntad existentes así como la manera más eficaz de incrementar nuestra fuerza de voluntad y conseguir nuestros objetivos.