Respuesta rápida:
Existen dos tipos de morfemas, los morfemas derivativos y los morfemas flexivos. Para saber más sigue leyendo.
Se dice que un morfema es la unidad mínima con significado de la lengua pero para que lo entendáis mejor podemos decir que una palabra se puede dividir en lexema y morfema.
El lexema sería la parte invariable de la palabra y el morfema es la parte variable, la que atribuye determinadas características a ésta como si se trata de una palabra en singular o en plural, o si se trata de un término masculino o femenino.
A continuación analizaremos los distintos tipos de morfemas que existen.
Clases de morfemas
Distinguimos fundamentalmente dos tipos de morfemas, los derivativos y los flexivos.
Morfemas derivativos
Los derivativos son aquellos que añaden alguna característica al significado del lexema y suelen estar más cerca de la raíz que los morfemas flexivos.
Estos a su vez pueden clasificarse en prefijos cuando se colocan delante del lexema, sufijo cuando se colocan detrás del lexema o interfijos que no tienen un sentido semántico y su función es la de formar un nexo de unión entre el lexema y algunos sufijos para que se puedan construir las palabras correctamente desde el punto de vista de la gramática.
Ejemplo de morfemas derivativos:
Carnicería.
Carni – sería el lexema
cería – sería el morfema derivativo.
Morfemas Flexivos
Gracias a este tipo de morfemas se puede conocer el género y el número cuando nos referimos a un sustantivo o un adjetivo y en el caso de que este morfema flexivo acompañe a un verbo éste será el encargado de designar el tiempo verbal (pasado, presente, futuro) o si se trata de género femenino, masculino o si define un plural o un singular.
Ejemplo:
Perro.
Perr sería el lexema y “o” el mofema flexivo que define el masculino y singular.
Por último podemos advertir la existencia de un último tipo de morfemas que son los morfemas independientes que pueden ser las preposiciones, conjunciones o determinantes.
Ejemplos. Este, estos, con, desde, y, pero.